viernes, 29 de octubre de 2010

Desaparece 'Camille', el último oso autóctono del Pirineo

Hace meses que no se sabe nada el último oso del Pirineo. Camille, un viejo macho que era el último representante de la variedad autóctona de oso pardo de la cordillera, no ha sido avistado desde el pasado mes de febrero. Ya entonces estaba enfermo y envejecido. Ahora, los expertos dan por enteramente perdido al animal, y con ello a la especie propia de nuestra montañas. El resto de osos que viven en los Pirineos, unos pocos ejemplares, provienen de las reintroducciones llevadas a cabo hace años con ejemplares de Eslovenia.
Para los ecologistas, la desaparición de Camille es la constación del fracaso de las administraciones en proteger la biodiversidad. Ni la mucha literatura ni los muchos millones empleados en la conservación del oso pardo han servido de nada, afirman.
El Fondo para la Protección de los Animales Salvajes (FAPAS) una veterana asociación de conservación y una institución puntera en el estudio del oso pardo anuncia en una nota de prensa que "da por extinguida" la población de osos autóctonos del Pirineo y ha apuntado directamente a los sucesivos gobiernos españoles y franceses como "los causantes" de la desaparición de esta especie.
FAPAS denuncia que tras 30 años de trabajos de seguimiento de la población osera pirenaica y de la aportación de decenas de millones de euros, "supuestamente para beneficiar a los osos" en las montañas pirenaicas ya no vive ningún oso de origen autóctono.
Y es que, Camille, el último oso autóctono que sobrevivió hasta el pasado invierno en los Pirineos, enfermo y de una edad avanzada, "se da formalmente por muerto, tras varios meses sin poder ser localizado por los numerosos miembros de los equipos de vigilancia" del oso en los Pirineos, afirman en FAPAS.
Durante los últimos 30 años, la población de osos que habitaba las montañas pirenaicas desde hace miles de años, ha ido decreciendo paulatinamente, a pesar de la aportación de recursos económicos de los gobiernos de Francia y de España primero, y de las comunidades autónomas de Navarra, Aragón y Cataluña, dicen los ecologistas.

Mala gestión

"El Gobierno de Francia y el Gobierno de España primero y posteriormente los gobiernos de Navarra, Aragón y Cataluña han aplicado estrictamente los protocolos de garantía para la extinción del oso, basados en la aplicación de una política generosa de distribuir recursos económicos entre la sociedad implicada, pero evitar cualquier actuación de conservación de la especie en el territorio", afirma FAPAS.
Este hecho, puede calificarse como "uno de los mayores fraudes cometidos en Europa hacia la conservación de la biodiversidad, tapada parcialmente con un inesperado éxito de la reintroducción de osos procedentes de otros países de Europa", afirman los ecologistas.
Camille, fotografiada en el valle aragonés de Ansó comiendo una carroña de jabalí. | DGATambién han aseverado que la reintroducción de los osos en los Pirineos procedentes de Eslovenia, "obedeció en su día a una estrategia planificada por instituciones turísticas francesas, que pretendían desarrollar una campaña de promoción turística".
Actualmente, las expectativas recuperación de los osos pirenaicos están basadas únicamente en la capacidad de supervivencia de los ejemplares liberados, que han conseguido reproducirse. Pero el principal temor para alcanzar verdaderamente la supervivencia de los osos se encuentra en el posicionamiento político de comunidades como Navarra o Aragón sin planes específicos de conservación de la especie, afirman en Fapas.
La desaparición de 'Camille' no implica que España se haya quedado sin osos propios. En la Cordillera Cantábrica sigue viviendo un centenar de osos pardos de la subespecie cantábrica, distribuidos entre León, Palencia, Cantabria y Asturias. Esta población ha aumentado en número en los últimos años, pero el principal problema que tiene para su conservación es que se encuentra separada en dos grupos, aislados por carreteras y ferrocarriles. La Fundación Oso Pardo y el FAPAS, trabajan para salvar la especie cantábrica.

Alertan de que la epidemia de cólera en Haití puede afectar a más de 100.000 personas

En el peor escenario de todos, los especialistas en epidemiología consideran que el brote de cólera haitiano puede afectar a 105.000 personas en el primer año y tardar varios en ser eliminado.
Y 'el peor escenario' estaría al doblar la esquina.
Son las proyecciones que manejan los especialistas de la Organización Mundial de Salud y del Centro de Control y Prevención de Enfermedades, con sede en Atlanta, EEUU. A estos últimos les preocupa, además, la existencia de una epidemia con alto grado de peligrosidad, cerca de sus fronteras.
Todo esto ha hecho que las organizaciones de ayuda en Haití se lancen frenéticamente sobre el terreno contaminado y están enviando a Haití grandes cantidades de cloro y pastillas para desinfectar el agua, y además están construyendo plantas purificadoras, para dotar las instalaciones municipales haitianas de los recursos suficientes para frenar el esparcimiento de la enfermedad.
El cólera, una vez que surge, suele ser combatido de dos formas. Un proceso muy fuerte de hidratación de los enfermos que, en casos extremos, llegan a perder más del 25% de sus líquidos, y que incluye pastillas y suero. Así como proceder a la purificación de los depósitos colectivos de consumo de agua y extremar la higiene personal.
La ONG estadounidense 'Clean the World 'está distribuyendo 100.000 jabones a escuelas, hospitales y orfanatos. La entidad espera entregar otros 200.000 jabones en noviembre.

Despliegue de ayuda

Mujer embarazada hospitalizada por cólera en el centro Charles Colimon. | AFPEl esfuerzo se ha acelerado de una forma notable, tanto que los cargamentos de emergencia están siendo liberados por la aduana local con un mínimo de burocracia y los camiones son enviados directamente de la pista del aeropuerto hacia los lugares afectados.
Pero la necesidad es tan urgente que las organizaciones están manejando la posibilidad de contratar helicópteros para agilizar la distribución. La gran preocupación es disminuir la velocidad de crecimiento de la epidemia para que ésta no llegue a un punto en el que la recuperación podría tardar años.
Pero la recuperación es un proceso lento, admitieron varios especialistas en los últimos días a ELMUNDO.es. En parte, por la poca educación sanitaria de una población donde el nivel de lectura se cuenta en términos de tasa de alfabetización y no al revés, como la mayoría de los países.
Los haitianos, mayoritariamente en los campos, tienen dificultades en asimilar que en estos tiempos hay que reforzar la higiene personal. La campaña de sensibilización desatada por el Gobierno abarca nuevas tecnologías como la televisión o los mensajes electrónicos y 'SMS', que son mucho más accesibles en las ciudades que en los campos.
Y allí, pese a todo, la gente sigue bañándose, pescando o lavando ropa en los ríos contaminados.