lunes, 16 de mayo de 2011

Fósiles marinos en la cima del Everest

Las rocas más altas de la Tierra, las que se encuentran en la cumbre del Everest, a más de 8.848 metros de altitud, contienen una gran cantidad de fósiles de animales marinos, que vivieron hace 450 millones de años, en el periodo Ordovícico. Así lo ha comprobado el equipo dirigido por David A. T. Harper, del Museo de Historia Natural de Dinamarca.
Harper ha sido uno de los participantes en el 11 Simposium Internacional sobre el Sistema Ordovícico, celebrado esta semana en Alcalá de Henares, que ha reunido a geólogos y paleontólogos de 20 países y ha sido organizado por el Ministerio de Ciencia e Innovación y el Instituto Geológico y Minero de España (IGME).
Los investigadores daneses viajaron al Tibet y ascendieron a más de 4.000 metros de altitud, hasta localizar el nivel del Ordovícico. En una formación conocida como Qomalangma encontraron un gran número de fósiles de branquiópodos, cefalópodos, conodentes y restos de equinodermos inmóviles. Este nivel, según explicó Harper, se correlaciona con la cima del Everest.
La cima del Everest., que oculta fósiles del Ordovícico.|EL MUNDOLa gran variedad de branquiópodos localizada en la región ha permitido conocer con más detalle estos especímenes en el Ordovícico y conocer que a mediados de este periodo hubo una especie de ecosistema tropical en el Tibet, que entonces eran los márgenes del gran continente Gondwana.
El Ordovicico, que acabó hace 440 millones de años, es un periodo geológico en el que el día tenía 21 horas y no había animales en tierra debido a la escasez de oxígeno en la atmósfera. Fue el momento en el que se formaron los yacimientos de petróleo y gas en muchas regiones.De aquella época, los que más abundan son los fósiles trilobites.
En el transcurso del congreso, los geólogos han presentado más de un centenar de trabajos científicos que ayudan a conocer cómo era la Tierra: los glaciares, el magnetismo, el vulcanismo, etcétera.
También han visitado las minas de Almadén y el Parque Nacional de Cabañeros, donde se han localizado huellas de invertebrados gigantes.
El Parque Nacional de Cabañeros tiene una extensión de 40.586 hectáreas entre las provincias castellano-manchegas de Ciudad Real y Toledo y debe su nombre a las chozas utilizadas tradicionalmente por pastores y carboneros como refugio temporal de sus labores en el campo, "principalmente la extracción de carbón vegetal, el pastoreo y la agricultura de subsistencia".
Además, da cobijo a "una importante variedad de aves y mamíferos", entre los que destacan la presencia de águilas imperial y real, el buitre negro, el ciervo, el corzo y el jabalí.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/13/ciencia/1305289053.html

El árbol de Newton se tambalea

Una de las anécdotas más famosas de toda la historia de la ciencia cuenta que tras una copiosa cena, el físico Isaac Newton salió a tomar una taza de té bajo el manzano de su casa. Mientras meditaba, una manzana le cayó sobre la cabeza, llevándole a preguntarse por qué esta siempre descendía de forma perpendicular.
El manzano vallado.| ELMUNDO.Este episodio sería la antesala de las leyes que el británico recogió a posteriori en su obra 'Philosophiae Naturalis Principia Mathematica' y que le valieron su cargo de presidente de la Royal Society. La historia es todo un mito, y atrae a miles de curiosos que acuden en masa a visitar el árbol, que se encuentra en Woolsthorpe, en el Condado de Lincolnshire.

Polémica biografía

La Royal Society de Londres publicó hace aproximadamente un año en su página web, el manuscrito de la biografía de Newton escrita por el científico y amigo del físico: William Stukeley. En 'Recuerdos de la vida de Newton', el autor habla acerca del físico. En el interior de la publicación cuestiona la autenticidad de la historia de la manzana.
Según relata Stukeley, la manzana no llegó a golpear al físico, al que llegó a calificar de 'despistado', pero sí fue la responsable de su inspiración, punto de inflexión en la historia de la ciencia moderna.
Independientemente de si el fruto golpeó su cabeza o no, el árbol de más de 400 años de vida recibe la visita de más de 33.000 turistas cada año. El mito, el manzano, Newton o todos estos factores combinados generan el interés de miles de curiosos que, progresivamente han causado el deterioro del árbol, desembocando en esta medida para protegerlo.

Manzano espacial

Los daños causados al mítico árbol frutal son los responsables de que se haya instalado una valla cuyo objetivo es evitar que los curiosos pisoteen o escalen el manzano. El mal estado de la corteza impedía que los nutrientes y el agua alimentasen las raíces del árbol.
La fascinación llega a tal punto que hace aproximadamente un año un trozo de madera del mítico manzano y un retrato de Newton se unieron a una misión espacial organizada por la NASA liderada por el astronauta Piers Sellers como parte de las conmemoraciones del 350 aniversario de la Royal Society británica.
En 1820, una tormenta estuvo a punto de acabar con el árbol. Sin embargo, el manzano sobrevivió y se reconstituyó a partir de sus raíces. Su fortaleza junto con su importancia histórica explican que este símbolo sea Patrimonio Nacional. Los árboles requieren cuidado, y más aún si constituyen parte del legado científico de un país y de toda la ciencia.
Fuente: http://www.elmundo.es/elmundo/2011/05/13/ciencia/1305280184.html