lunes, 13 de diciembre de 2010

Las Gemínidas, la gran lluvia de meteoros del año

Una auténtica lluvia de meteoros es el último gran espectáculo astronómico del año. Son las Gemínidas, que se encuentran en la constelación Géminis y que hoy iluminarán el cielo nocturno con hasta 120 estrellas fugaces por hora en cualquier lugar de la Tierra.
Las Gemínidas son grandes y abundantes bolas de fuego cuyo origen no está en la cola de un cometa, como otras estrellas fugaces, sino en un extraño asteroide rocoso bautizado como 3200 Faetón, que esparce una gran cantidad de escombros polvorientos. Su excepcionalidad radica en que son mucho más masivos que otros torrentes similares: entre cinco y 500 veces más voluminosas.
El mejor momento para observarlas, según los expertos, será a lo largo de esta jornada, especialmente cuando la Luna, en fase creciente, esté baja y Géminis se encuentre cerca de su cénit, aunque se podrán ver con menor intensidad hasta el día 17.
La relación entre las Gemínidas y el 3200 Faetón se descubrió en 1983, con el satélite astronómico infrarrojo IRAS. Enseguida se clasificó como un asteroide, porque no tenía cola, su órbita se cruzaba con un cinturón de asteroides y sus colores también se parecían a los de estos cuerpos celestes. De hecho, se cree que podría ser un fragmento de cinco kilómetros del gigantesco asteroide Pallas, que mide 544 kilómetros.

Polvo de estrellas

El año pasado, científicos californianos, utilizando dos naves especiales gemelas de la NASA (Stereo), pudieron observar cómo el brillo de 3200 Faetón se duplicaba, lo que creen que pudo producirse cuando expulsó polvo al resquebrajarse la roca en su superficie debido al calor del Sol.
Sin embargo, esa eyección fue más bien pequeña, por lo que no sería suficiente para mantener el torrente de las Gemínidas durante mucho tiempo. De hecho, otros astrónomos, como Bill Cooke, de la NASA, señalan que más bien podrían ser los restos que quedaron después del desprendimiento del asteroide del gigantesco Pallas, si bien el propio Cooke apunta que su origen "sigue siendo un misterio".
Los últimos estudios de las órbitas de las Gemínidas concluyen que fueron expulsadas del asteroide cuando se encontraba muy cerca del Sol. Según los astrónomos, su órbita lo lleva muy cerca de la órbita de Mercurio cada año y medio, por lo que el cuerpo rocoso recibe una ráfaga de radiación solar que podría provocar los cohorros de polvo que se evaporan y se integran en la Gemínidas.

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