sábado, 9 de octubre de 2010

Fase final para rescatar a los mineros atrapados

La máquina perforadora que intenta llegar hasta la galería donde se encuentran atrapados 33 mineros chilenos desde hace dos meses se encuentra a pocos metros del lugar, a apenas dos metros, según informan varios canales de televisión chilenos. El ministro de Minería chileno, Laurence Golborne, se encuentra en estos momentos en el campo de trabajo y se espera que anuncie a los familiares y a la prensa en las próximas horas que la máquina ha llegado hasta la galería. El senador Baldo Prokurica, que se encuentra allí, ha dicho a la prensa que "faltan de 2 a 3 horas para el rompimiento".
Mientras los familiares de los 33 mineros enterrados se preparaban en la madrugada del viernes al pie de la mina San José para combatir el sueño y el frío con una vigilia de canciones, rezos y fogatas, unos metros más arriba, en la zona adonde no pueden acceder ni periodistas ni familiares, el ingeniero mecánico Mijali Proestakis charlaba por teléfono con Florencio Ávalos, 700 metros bajo tierra.
Florencio es un tipo con fama de recto y responsable entre los suyos. Con solo 33 años ya es capataz, el segundo en jerarquía de los 33. Y Mijali, a sus 41 años, lleva media vida abriendo túneles por Chile, Bolivia, Perú, Argentina, Uruguay, Jordania, Finlandia, Portugal, Tarragona y Almería.
Ambos sabían que esa noche no iban a romper, es decir, la máquina no llegaría hasta los 624 metros de profundidad donde se encuentra el taller de la mina y desde donde esperan ser rescatados. Pero, a pesar del grado técnico y la seriedad de la conversación, usaban un tono bromista.
-Esta noche, Florencio, te voy a meter mucha bulla ahí abajo- le decía Mijali.
-Mete toda la que puedas. Cuanto mayor sea, mejor dormiremos.
"Cuando más intranquilos estuvieron y peor durmieron fue durante los cinco días en que estuvimos parados porque se nos desprendió una pieza del martillo. Empleamos cinco métodos distintos y cinco materiales diferentes durante los cinco días de pesca. Uno de ellos era como una araña que se abría dentro del túnel y se cerraba por completo", comenta Mijali.
La T-130 es una mole de más de 40 toneladas, propiedad de la compañía Geotec, que se abre paso en el interior de la montaña a través de cinco martillos individuales ensartados en una misma cabecera. Mijali es el gerente de la compañía Drillers Supply, que abastece a Geotec con los martillos, barras y compresores.
La ventaja del Plan B sobre el A y el C, en el que trabajan otras dos perforadoras, es que el B arrancó sobre el trayecto de un orificio de apenas 12 centímetros de ancho por el que se había contactado ya con los mineros a finales de septiembre.

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